lunes, 24 de noviembre de 2008

Mi principe azul


Es triste saborear el camino amargo de la monotonia, más aún cuando ese matiz se da al poco tiempo de una relación. A veces, muchas veces, se cruzan por tu camino personas que te infravaloran, que te hacen sentir pequeña e innecesaria. Es abrasante llegar a casa y verte envuelta en una mujer de 60 años, cansada, triste, solo escuchas un desganado "hola", cuando lo que quieres recibir es un abrazo y mantener un diálogo de adolescentes enamorados. -Cariño, te echaba de menos, he estado todo el día pensando en ti - Al menos, eso.
Y tú, mientras tanto... sueñas con un hombre que te ama, que te apoya, que se desvive por ti.

Quiero vivir en una primavera constante, donde las hojas de los árboles nunca rocen el suelo. Donde sólo viva en un constante fin de semana. Donde el corazón me lata a mil por hora cada vez roce tu pierna en la cama... Definitivamente el cuento del principe azul nos hizo mucho daño, eso, está claro.



7 comentarios:

Cathy Pazos dijo...

Mcuhas veces esperamos más de lo que son capaces de dar, es ahí donde el mito del principe azul se vuelvo sólo realidad para algunas y lo que sentimos en ese momento es: huy que suerte tiene, pero realmente es suerte.. el amor es cuestión de suerte, el principe azul viene con un ticket para ponerlo a la suerte?

Javier dijo...

Te recomiendo humildemente una lectura de un posts de un blog de un tío.

http://capout.blogspot.com/2007/04/amor.html

Paz... y amor

supersalvajuan dijo...

Hace falta el frio para recordar como es el calor.

Miguel Rodríguez dijo...

El Príncipe azul siempre se destiñe con la primera lavada.


Solía decirle a mi chica:

No me pidas que sea tu Príncipe Azul, es un tarado. mejor pídeme que sea tu Lobo Feroz; te miro mejor, te huelo mejor y encima te como!



Saludos.

Pablo dijo...

Sí es cierto que el príncipe azul y las comedias románticas han hecho mucho daño a la sociedad. Cuando después de una película los protagonistas se besan o se casan, siempre pienso que ahora les queda la convivencia y a saber cómo les irá...

Besos.

g. dijo...

¿Quién no quisiera todas esas cosas?
Que todo sea hermoso y fácil... Principes azules y hermosas doncellas...

Lindo texto.
Me gusto.
Saludos.

Anónimo dijo...

tiene que existir, debe existir, esa sensación constante de vivir en las ramas, ese roce en la pierna del que hablas, el tintineo en las tripas de sólo escuchar su voz, la pasión es veloz, habrá que darse prisa para alcanzarla, y que sea en esta vida, por favor, no vaya a ser que no exista otra...

Vino y besos