domingo, 25 de julio de 2010

Hipoteca Single

Ha pasado más de un mes desde que hice mi primera visita al banco. Al único banco que me recibió.
Y sí, fue el único que después de preguntarme mi estado civil y saber que pido una hipoteca para mí sola tuvo la decencia de atenderme. Los otros 4 o 5 me vinieron a decir que las hipotecas no son para "singles" y mi madre que me acompañaba en esos trágicos instantes asentía con la cabeza e inmortalizaba ese momento en su mente para poder incordiarme los 3 o 4 días siguientes con frases como: "Hasta para pedir una hipoteca hay que tener novio. ¿Lo ves, Laura?".

La verdad es que lo único que me apetecía en esos momentos mientras el del banco me miraba con cara de: -Mocosilla, tu estás flipando si crees que voy a molestarme si quiera en ver tu documentación- era ponerme a gritarles a todos que son unos cabrones, hijos de la gran puta que se han dedicado a dar hipotecazos a diestro y siniestro durante 20 años y ahora, una persona honrada como yo, tiene que pagar el pato.

Joer, quiero hipotecarme. ¿Es tan difícil de entender? Que sí, si ya sé que soy muy joven, que tengo toda la vida por delante y que puedo seguir viviendo de alquiler. También se que si algún día quiero marcharme a ver mundo y vivir la vida de mochilera, una casa en propiedad es una gran carga.
Pero, mirad... Yo no me voy a ir a vivir aventuras en plan Indiana "Co"-Jones ni tampoco me iré a estudiar inglés a Estados Unidos. No voy a dar la vuelta al mundo en 80 días, ni en 2 años y tampoco voy a esperar a encontrar a ese que siempre me dijeron que sería el hombre de mi vida, para poder pagar una hipoteca.

La hipoteca, la pagaré sola. Sin pretensiones, sin esperas. ¿De verdad es posible que haya gente que quiera una pareja para poder comprarse una casa? No me cabe ninguna duda.

No quiero un novio, pero si sentís lástima por mí se aceptan donativos para que la vida SINGLELIANA se me haga más fácil en mi futura vivienda. Que, pobre de mí, disfrutaré y pagaré más sola que la una.

... Y a muNcha honra.

lunes, 12 de julio de 2010

Zumo de naranja

...  Y es que ha sido un mundial EXCITANTE. No soy muy futbolera, sólo me engancho en estos grandes eventos pero lo he vivido como una nueva madre en el paritorio: EXPECTANTE.

Grandes momentos en este mundial...


Y una gran victoria



Pero, sin duda, para mí el mejor momento de este mundial 2010, fue este:
Grande Iker, eres muy grande.

domingo, 4 de julio de 2010

Jodida existencia

T r e i n t a   y   t r e s ... 33 años de sufrimiento.
O eso se decía el mismo.

Cuando tenía 3 años sus padres se separaron. El no entendía muy bien por que un día dejo de ver a su padre y con los años entendió que para seguir con cordura, el tuvo que abandonar su casa y a su hijo.
Su madre tenía diagnosticado un trastorno bipolar y un cuadro esquizofrénico que no posibilitaba ni siquiera la ínfima idea de aguantarla un par de meses.

Pasaba noches y noches solo mientras veía como su madre salía de fiesta y  se bebía hasta el agua de los floreros.
Tiene recuerdos de un carmin rojo sumido en unos labios de furcia reflejados en la cara de la que en su día lo había amamantado.
Oye una y otra vez esa voz de puta que le decia: "No te preocupes, mami te quiere" y seguidamente se oía el portazo al que le faltaba al menos un beso de despedida.

Tuvo una infancia horrible, siempre estuvo solo. Acompañado de una mujer que se hería así misma y que se paseaba por casa en unas bragas sucias día si, día también.

A pesar de todo, la infancia es inocente y no empezó a odiarla hasta bien entrados los 17 años. Su único pensamiento a lo largo del día era que cuando llegara a casa se hubiera pasado con las pastillas y no llegara a tiempo para el lavado de estómago.
A menudo se entretenía por el camino más de lo necesario, por si acaso.

Logró terminar el instituto, aún nadie sabe como.

Y conoció a Eva.
Deslumbrante...
Adicta al sexo. Que, por cierto, descubrió a muy temprana edad con un amigo vivaracho de su padre.
Siempre estaban juntos. Siempre estaban follando. Siempre en constante sensación de euforia.

Cuando el cumplió 18 años empezó a trabajar y con el primer sueldo alquiló un piso.
Le dió un beso a su madre y mientras salía por la puerta le sacó un dedo y pensó "que te jodan, puta. No voy a volver aquí en la vida".

Empezó una nueva vida con Eva.
Y así pasaron 12 años. En los que supo de su madre en 3 ocasiones contadas, 2 de ellas fueron aquellas en las que tuvo que ir a recogerla a urgencias por haber mezclado su medicación con whisky, ya que aunque parezca mentira, os aseguro que está contraindicado.

Un día al volver a casa, un poco antes de lo normal, se encontró con unas medias y unas bragas rojas tiradas en medio del salón.
Escuchó jadeos.
Oyó aullidos.
Y a Eva comiéndose una manzana. Otra manzana, por supuesto.

Adán sólo consiguió ver unos labios corridos color rojo furcia. Y una frase que se repetía: "No te preocupes Adán, yo te quiero".

Eva se quedó con la casa y el perro. Él perdió su trabajo a los pocos días.

...Y tocó el timbre. -Hola Adan, has vuelto con mami. Pensaba que te había perdido.

Y Adán llorando, sin un duro y sin alma vuelve a la casa en la que tantos días se encontró solo.
Vuelve a recordar el rojo. Siempre el veneno de unos labios rojos.

Y se pregunta: ¿Dónde cojones está el paraiso?