martes, 27 de octubre de 2009

Recomendaciones


A pesar de no ser este un blog demasiado informativo a excepción de algunos detalles expuestos de la vida cotidiana de una servidora, me encantaría compartir con vosotros un lugar estupendo que he descubierto este fin de semana.
Un lugar preparado absolutamente para enamorarse, para reencontrarse, para besarse en cada rincón, para acurrucarse aprovechando cualquier momento.



El sitio en cuestión es Sella, un lugar en la marina baja de Alicante. Se encuentra a unos 15 km de Villajoiosa y cuando llegamos a el descubrimos que es un pueblo infinitamente pequeño, con calles laberínticas e imposibles y con 700 habitantes.
Lo mejor de Sella, las casitas para alquilar. En este caso, y siendo objeto de comentario la casa que he descubierto es "La Casa Verda".



La Casa Verde es un claro ejemplo de mini-casita rural, con clara influencia árabe, decorada con miles de detalles tales como inciensos, velas y demás. Se desmarca con una estupenda (e incómoda, todo hay que decirlo) cama de agua con dosel incorporado. Lo mejor de la casa es sin duda el baño, que no es mas que un instrumento excepcional para dejar aflorar la imaginación y sus mil y una posibilidades.

En fin, un lugar dedicado al "amor". Un picadero, en toda regla.



La compañía, los suspiros, las caricias, los paseos y las manos hacen aún más especial este lugar que ayuda sobre todo a derrumbar muros, a levantar la vista y a sonreir, a sonreirte.


viernes, 16 de octubre de 2009

¿Un water, por favor?

Una semana cualquiera....

En la que los muebles parecen tener siempre el mismo polvo y los pelitos de Lola se mueven suavemente siempre en la misma dirección.
Las pelusillas de debajo de mi cama siguen levantando la vista de vez en cuando para comprobar que efectivamente sigo durmiendo sola.

Una semana cualquiera en la que telefónica, ésa fiel compañera de disputas practicamente semanales, me ha cobrado un pastizal por un ADSL (de mierda) que yo contraté a 19,95.-€.
Y me ha costado 3 horas enganchada al teléfono hablando con un comercial (de profesión real: gangoso) al que no entendía una palabra.

Una semana en la que me he llevado el disgusto de mi vida:
..... Amigos, ¡NO DOY LA TALLA!

Sí, sí..... así como lo leéis. Esta semana me había propuesto encontrar algún trabajillo extra los sábados para intentar no gorronear en exceso a mi madre los últimos 10 días del mes.
Busqué trabajo relacionados con promociones y azafatas, que en realidad son los únicos compatibles con una jornada laboral de 4o horas semanales.

Mi sorpresa fue que para trabajos como los de dar a probar yogures en un supermercado, repartir flyers de discotecas, dar folletitos informativos en algún tipo de evento e incluso realizar encuestas callejeras se precisa una anorexia mínimamente decente, es decir, no superar jamás una talla 36 y ni que decir tiene no ser un deshecho humano midiendo menos de 1,70.

Imprescindible mandar foto con una buena resolución de cuerpo entero (por delante y por detrás). Y otra del primer plano de tus consumidas y huesudas facciones.
Abstenerse candidatas que no cumplan los requisitos.

Si les mando una foto de mi culo... ¿Me enseñaran técnicas para vomitar con elegancia? ¿O directamente me insultarán?...

No sé, yo como sigo deprimida con esto de no encontrar un trabajo extra, me voy a comer una pizza de pepperoni. Ya veremos si la poto después.

Lectura recomendada y bastante más seria: Manuel Rubiales vs Ralph Lauren


¡FELIZ FIN DE SEMANA!

sábado, 10 de octubre de 2009

0%


A pesar de intentar estar a dieta (al menos lo intento de lunes a jueves), y no solo a dieta alimentaria, también pretendo no comer nada que engorde ilusiones o deseos irrefrenables.

Las verduritas a la plancha al igual que los momentos solitarios son mucho más sencillos, menos problemáticos y por supuesto una apuesta segura, para que entren los vaqueros a la perfección y para no derramar lagrimillas antes de tiempo.

A pesar de usar la parrilla únicamente para alimentar mi cuerpo con 0 % grasa y 0% gracia también cedo de vez en cuando y he de decir que sucumbo a la grasa y a la gracia.
Por eso, al final... terminan chiflándome éstas sencillas cenas para dos.


.... Y todo lo demás....

martes, 6 de octubre de 2009

Paseando por un campo de minas

Camino sin cesar por este abrupto e incorregible campo de minas.

Aplasto sin remedio las más obvias.

Esquivo sin embargo las que no estallarán.

Y siempre supe que no descansaría encima de una que no fuera a explotar.

Sin embargo saltar encima de las que sabía que me segarían las piernas nunca me supuso problema alguno.

Transitando por ellas me di cuenta de que soy un ente destinado a las mutilaciones.

Destinado a sufrir una y otra vez las consecuencias de saltar encima de minas activas y destructoras.

Descubriendo que cada día agonizo más sabiendo que en mi ruleta rusa particular tengo todas las de perder.

Seguiré pisoteando minas, saltando obstáculos, cayendo en ellos. Pero hoy... Sólo hoy, mi silla de ruedas atajará por el camino menos minado.