sábado, 28 de noviembre de 2009

Calla, calla...

Tengo una piedrecita en mi zapato de tacón, comprado en rebajas hace más de 4 años.
Cuatro largos años resumidos en cuatro únicos minutos ,
con el dolor constante de la incertidumbre y el desasosiego.
No se a ciencia cierta si es la misma piedra con la que tropiezo una y otra vez,
no se si los 4 son 8, o si la la incomodidad de mis zapatos es psicosomática (palabra que por otro lado es bastante usada por los médicos cuando no tienen ni puta ide de lo que tienes).
Psicosomático debe ser mi falta de sueño, aunque en esta ocasión el médico, que aún no sabe si soy rubia o morena, me ha recetado unos orfidales que me resultan tranquilizadores... Obviamente.

El doctor, yo, los psicofármacos y los pobreticos.
En mi pueblo, los pobreticos son aquellos que hablan mucho, actúan poco y siempre se sienten atacados. Aquellos que dicen ser valientes y no han oído nunca la palabra "güevos", que no testículos, de eso si tienen. Esos que te quieren muchísimo, perdón, esos que dicen que te quieren muchísimo.
Los que se sienten desgraciados cuando no son capaces de dar un paso adelanta ni cambiar nada en absoluto de lo que les retiene en ese estado narcisista, en el limbo del saber estar, en el cielo de los necios y a los que la cabezonería y el orgullo les hace quererse más a sí mismos que a nadie.

Mi piedra y yo, somos compatibles, de eso no hay duda.
Ya tengo callo, no importa.
No me callo.


*Siempre nos quedará la buena música, eso al menos.*

4 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Siempre la música, por supuesto.

alfonso dijo...

no te he entendido muy bien:¿hay alguien que no te hace caso?¿o me lo he imaginado yo?
en todo caso un orfidalito es suficiente


pd:mi enlace se ha roto, el nuevo:
http://mismocoslocos.blogspot.com/

rebeca dijo...

Dices que a veces no soy suficiente amiga por que no soy de esas personas muy sociables. Dices que a veces te sientes abandonada por mi por que parece que pase del mundo (eso se aprende en los pueblos tan pequeños que la orden del dia es pelearte con tu amiga por que no as pasado antes a por ella que a por otra). Dices que no suelo escuchar, pero te digo que por ti soy capaz de dar copones y decir las cuatro palabras bien dichas a quien haga falta.
El principito llega sin darte cuenta pero no suele venir vestido de azúl sino "arreu" y no suele venir en caballo sino en burro.
No desesperes y tan solo disfruta de buenas compañias.

Laura dijo...

Salva... qué seríamos sin ella?

Alfonso, te enlazo ;).

Rebe.... aisss.. Mi Rebe.