miércoles, 23 de diciembre de 2009

Un día cualquiera




-Buenas tardes, ¿Cuénteme, en que podemos ayudarle?
-Pues mira guapa tengo un dolor de cohones en una muela.
-Aja. ¿Le molesta desde hace mucho? ¿Al masticar? ¿Con el frío y el calor?
-Me duele hasta respirando, rubia. Y es que, se junta todo, coño.
¿Sabes? Hace 6 meses me he comprado una casa de la hostia en el mismico centro del pueblo. 650 metros. 5 habitaciones. Mira, mira que manos tengo. Mira las manos de no parar de trabajar en 30 años, (Me tocó para que comprobara la aspereza de sus manos).
Y ahora mi mujer se pone mala, depresión dicen que tiene. Me toca hacer de comer y limpiar. No podemos disfrutar de la casa, toda la vida ahorrando y ahora mira, se junta todo. Y encima la jodida muela.
-Ya, los enredos nunca vienen sin compañía. ¿Bueno y cuénteme, cuánto tiempo hace de la última visita al dentista?
-¿Yo? Al dentista, no he ido nunca, yo soy muy bestia. Parto las nueces con los dientes y abro las cervezas con las muelas. (Le ha faltado contarme que parte las almendras con el rabo).
-Claro, por eso se le ha roto alguna de ellas.
-No, no... Eso es por la edad. Ya te digo guapa, yo he sido un bestia para todo. Ahora que mi mujer está mala y... llevo 8 meses a pan y agua, perdona que te lo diga así pero es que yo soy muy sincero, no puedo evitar pensar en todas las tías que se me cruzan y lo que .... Bueno, en fin, que mirar no es pecado ¿no?.
-No, no.... Claro que no.
(Silencio)
Bueno, a lo que íbamos. ¿Y se cepilla usted los dientes habitualmente?
-¿Cepillarme? Ni los dientes ni a la mujer... (ja,ja,ja). A mí me gusta decir las cosas tal y como son y desde hace 8 meses que mi mujer no quiere, voy a "manopla" diaria. (Manopla, si. Esa es la expresión que ha usado).
-Bueno,... ¿Y está usted tomando alguna medicación? ¿O tiene alguna alergia?
-El látex no me da alergia (guiño, guiño). Aunque pensándolo bien, no he tenido que ponerme un condón de ésos en mi vida.
-Ajam...
-¿Bueno y ahora qué?
-Pues ahora, vamos a hacerle una radiografía. Acompáñeme, por favor.
-Moza, yo te acompaño dónde tú digas.
-... Glup...

Si no fuera porque trabajo en un establecimiento sanitario, y por que imagino que el uniforme invita a que nos cuenten la vida, diría que es una situación de lo más surrealista.



En fin...

7 comentarios:

Manuel Rubiales dijo...

La de cosas que hay que aguantar detrás de un mostrador, y sin rechistar, que el pan es el pan... si no fuera por la falta que hace el puto dinero,,,

el marido de la portera dijo...

Buenas Laura. Me encantó tu relato y volveré para leer más.

Felices Fiestas.

Anónimo dijo...

Jo, qué paciencia la tuya. Es que hay cada uno por ahí...

Un besote grande, Laura, y a seguir luciendo sonrisa profindent.

Mario dijo...

Está bien... ahora sé de que no hablar nunca con mi dentista.
Eso sí, con el miedo que me dan, no habro la boca ni pidiéndomelo.

Llevo dos años yendo. Y viniendo. Y volviendo a ir. No hablo mucho. Mejor. Y a partir de este texto tuyo, que dicho sea de paso lento, me ha gustado, hablaré menos.

Eso sí, seguiré llegando pronto para que me dé tiempo a leer dos veces el Interviu y El Jueves. Dije Interviu y Jueves.

Felices días de textos y villancicos...

ralero dijo...

La soledad -sobre todo cuando se descubre tras muchos años pensando que es algo ajeno a nosotros- puede llegar a doler tanto o más que un dolor de muelas. Y cada cual tiene su modo de gritarla. Mas que surrealista, me parece una situación -la de él, con manopla o sin manopla- hiperrealista, jodidamente hiperrealista.

Saludos.

Unknown dijo...

Habría que ver si en la consulta del urólogo tenía el mismo comportamiento.

rebeca dijo...

¿que me dices? y me entero ahora!! dime cuando tiene la cita para la limpieza bucal, claro, que lo apaño.Uy! lo siento!! le he clavado el ultrasonido hasta el alma? aviseme si pasa por casualidad otra vez!
Ay!! lo malo que locos como esos, los hay a puñados. Pero gracias a ellos nos reimos un rato. Besotes!