Es horrible volver al trabajo después de las vacaciones. Casi no me lo creo y lo cierto, es que, he llegado hace unas horitas y ya estoy aburrida de no hacer nada. Me he quedado con el tic del movimiento. Y a pesar de que todo lo que anhelaba de mis vacaciones era tirarme al sofá y atiborrarme de engordadores (cosa que finalmente no hice ni un sólo día) al final la actividad y el no parar un segundo ha terminado por activarme y ahora no tengo botón de OFF.
Siempre dicen que eso de la depresión post-vacacional es un timo. Pero leedme, yo ya estoy deprimida. Cada día estoy más convencida de que yo nací para no trabajar. Nací para vaguear, que es lo que verdaderamente me gusta. Nací para no tener horarios ni sueldos. Nací para ser libre... !Joerrrrrr!.
Ahora a llorar por lo que ya pasó. Y a sonreir (hoy no) por lo disfrutado.
Peñíscola 2009
¡¡¡Feliz depresión a tod@s!!!