Es triste saborear el camino amargo de la monotonia, más aún cuando ese matiz se da al poco tiempo de una relación. A veces, muchas veces, se cruzan por tu camino personas que te infravaloran, que te hacen sentir pequeña e innecesaria. Es abrasante llegar a casa y verte envuelta en una mujer de 60 años, cansada, triste, solo escuchas un desganado "hola", cuando lo que quieres recibir es un abrazo y mantener un diálogo de adolescentes enamorados. -Cariño, te echaba de menos, he estado todo el día pensando en ti - Al menos, eso.
Y tú, mientras tanto... sueñas con un hombre que te ama, que te apoya, que se desvive por ti.Quiero vivir en una primavera constante, donde las hojas de los árboles nunca rocen el suelo. Donde sólo viva en un constante fin de semana. Donde el corazón me lata a mil por hora cada vez roce tu pierna en la cama... Definitivamente el cuento del principe azul nos hizo mucho daño, eso, está claro.